La metodología presentada en este artículo permitió correlacionar el sellamiento del suelo y propiedades físicas como estabilidad estructural, velocidad de infiltración, suelo erosionado, escorrentía, resistencia normal y torsional, y distribución de agregados. Los resultados mostraron que los pastos mejorados después de ocho años de sembrados produjeron una respuesta relativamente positiva del suelo a la erosión y a los esfuerzos mecánicos. Pero la labranza y la fertilización periódicas que demandó la producción de maíz, aunque prepararon relativamente bien la cama de semillas y propiciaron un buen ambiente para el almacenamiento de humedad, permitieron un incremento de la erosión hídrica y un decrecimiento de la estabilidad de la estructura. |