Muchos de los países y regiones siguen dependiendo del comercio agrícola para generar las dinámicas de desarrollo que permitan a millones de personal salir de la pobreza. Las reglas del comercio, administradas por la Organización Mundial del Comercio (OMC), actualmente vigentes, son cuestionables porque históricamente han sido ineficaces para reformar las prácticas que distorsionan el comercio agrícola, y han privilegiado las mercancías industrializadas. Así, los agricultores de los países en desarrollo reciben precios artificialmente bajos por su trabajo, debido a que, en definitiva, se encuentran en injusta competencia con las tesorerías de los países desarrollados. |