La construcción de un poder democrático en la Argentina está atravesada por un conjunto de problemas que tiene que ver con la búsqueda de igualdad social, con los deseos de seguridad, con la eliminación de la corrupción y con la calidad de las instituciones públicas, especialmente con las que imparten justicia. Estos problemas remiten a la crisis del ejercicio normal de la ciudadanía. Desaforadamente, nuestras democracias encarnan una opaca combinación de desigualdad social con debilidad institucional. |