Los contaminantes orgánicos persistentes poseen propiedades tóxicas, son resistentes a la degradación, se bioacumulan y son transportados por el aire, el agua y las especies migratorias a través de las fronteras internacionales; en consecuencia se depositan lejos del lugar de su liberación, acumulándose en ecosistemas terrestres y acuáticos. Para atender a esta problemática a nivel mundial se firmó el 23 de mayo de 2001 el Convenio de Estocolmo. Aunque por ahora los COP estan prohibidos en la mayoria de los países, todavía existen en el mundo muchos sitios contaminados con estas sustancias. La remediación de sitios que presentan contaminantes orgánicos persistentes requiere consideraciones distintas a las contempladas en la recupe-ración por contaminación... |