La propuesta de la Nueva Arquitectura Financiera Regional (NAFR) nace como respuesta frente a una matriz histórica de dependencia y es urgida ahora dado el violento despliegue de la crisis internacional. La misma cúspide de la pirámide económica –vinculada a los intereses financieros especulativos, al complejo industrial militar y a las transnacionales ligadas al control de los recursos naturales–, es la que provoca la crisis y la que, ahora, define el curso de los acontecimientos y de cómo se está actuando frente a ella. Desde el interés de los pueblos se requiere con premura bloquear la agenda de esos sectores, superar la unipolaridad y recuperar el sujeto histórico desde la reconstitución de las capacidades efectivas de actuar. Más allá de la ilusión de... |