La importancia de las labores de las mujeres del mundo rural había sido entendida en términos de arraigo familiar y mayor productividad desde los tiempos del Centenario y enfatizada por el Estado intervencionista desde 1930. El Estado peronista (1946-1955) interpela a las mujeres vinculándolas a los hogares, a la educación de los hijos y a la economía doméstica, profundizando estas pautas culturales anteriores. La Revolución Libertadora (1955-1958) provoca la ruptura de la hegemonía y promueve cambios en la política económica que favorecen a la elite agropecuaria y a la modernización del sistema productivo. El Estado desarrollista (1958-1962) promueve la integración regional y la tecnificación del campo, generando a la vez, una apertura al ingreso de... |