Los flujos migratorios de países europeos a América, y en particular a países de América Latina como Argentina y Brasil, y el posterior asentamiento de esos inmigrantes, dieron lugar a culturas híbridas que lograron un anclaje territorial. Entre los saberes que se trasladaron de Europa a América, estaban los usos y costumbres alimenticios y las formas de producir. Estas se adaptaron a las materias primas locales disponibles, y surgieron productos con identidad propia, pero que llevaban-y llevan- los nombres con que habitualmente los designaban en su países de origen. Cuando, a partir de 1940, los Estados comienzan a emitir normas de inocuidad y rotulado de alimentos, esos nombres comunes terminan siendo objeto de codificación legal como “tipos” o “clases”... |