La conflictividad social y pol??tica del tercer cuatrimestre del gobierno dem??crata popular puede ser caracterizada a partir de dos grandes nudos problem??ticos: en primer t??rmino, una polarizaci??n regional de la pol??tica (en la que el enfrentamiento entre Guayaquil y el Gobierno Central ha tomado muchas veces matices violentos) que ha agudizado, como nunca antes, el debate y la necesidad de viabilizar formas de descentralizaci??n y/o regionalizaci??n del Estado y la Naci??n; y, en segunda instancia, un frontal rechazo a la pol??tica estatal, sobre todo en lo relativo al manejo de la crisis bancaria, de parte de numerosos grupos sociales y partidos pol??ticos de oposici??n. |