La penetración de las transnacionales en los llamados países productores y el tipo de contratos que éstas firman con las compañías de estos países (en la actualidad fundamentalmente APC), por su similitud con las antiguas concesiones, de facto –aunque no de lure-, suponen la transferencia de buena parte de la propiedad de los hidrocarburos nacionales a los consorcios internacionalizados. Ello significa que transfieren, también, la propiedad de la parte del excedente petrolero que hasta ahora permanecía en estos países vía fiscalidad o beneficios. |