Ríos de tinta se han derramado sobre el significado de las manifestaciones de los forajidos que, en ocho días de efervescencia, creatividad, alegría y coraje tumbaron al gobierno autoritario y populista de Lucio Gutiérrez. Dos son las tesis más socorridas: la primera, que ese movimiento “superó” a la dirigencia de la ciudad y la segunda, que ese movimiento cuestionó de tal forma a los partidos políticos que estos quedaron inutilizados y han perdido toda eficacia. Este artículo propone que esas tesis son falsas e impiden una lectura correcta del movimiento de los forajidos. Para entender bien lo sucedido se oponen a ellas dos antítesis y se pasa a comprobarlas. La primera de estas antítesis es que el movimiento no superó a las autoridades de la capital y la... |