El aumento de la inversión en industrias extractivas durante los noventa generó importantes beneficios macroeconómicos para el país. Sin embargo, éstos no han logrado traducirse en un mayor desarrollo y bienestar económico de las regiones y localidades. Esta situación, que se repite en casi todos los países dependientes de recursos naturales, ha desenterrado la idea de que contar con una dotación importante de recursos termina siendo una maldición. Afortunadamente, diferentes estudios señalan que este escaso impacto en el desarrollo se debe más bien al mal uso de los ingresos generados por las industrias extractivas. Frente a esto, varios organismos e instituciones internacionales han lanzado campañas para promover la transparencia de los ingresos... |