El Gobierno de Rafael Correa suma cada vez más conflictos con aquellos sectores populares que a lo largo de más de treinta años han impulsado las banderas que le permitieron ganar la presidencia. Lo hace desde una perspectiva propia de la democracia liberal que mira solo a sujetos convertidos en ciudadanos y, por tanto, ficticiamente iguales en la sociedad, y desde un absurdo desconocimiento de quienes son los aliados naturales de un proceso de cambio en el que hoy empieza a ponerse en duda la participación del propio Presidente Correa, que da muestras de abandono de sus posiciones iniciales. Para los promotores de la “revolución” ciudadana solo existen individuos y no sujetos históricos, lo que les lleva a pensar que en su análisis y prácticas no hay las... |