El consumo de hongos forma parte del acervo cultural de la población rural mexicana, de tal manera que constituyeron parte de una estrategia de subsistencia basada en el uso múltiple de los recursos naturales. El cultivo de hongos comestibles es un ejemplo claro del desarrollo sustentable, ya que en esta actividad las fases del crecimiento de los hongos comestibles mantienen una armonía con la naturaleza, tanto interna (los productores de hongos comestibles) como externa (pequeñas áreas que se ocupan para cultivar hongos comestibles), además de requerir poca cantidad de agua en cortos períodos de tiempo en comparación con otros productos alimenticios. El material de desecho después del cultivo de hongos comestibles puede ser usado para lombricomposta,... |