Varias décadas han transcurrido desde que los distintos organismos internacionales e instituciones financieras han sugerido paradigmas, recetarios y modelos de intervención para el desarrollo en nuestros países. A lo largo de estos intentos y aplicaciones, pocas de ellas exitosas, en su mayoría criticadas incluso por los mismos decisores de políticas, se ha generado un debate abierto sobre las implicaciones y efectos que éstas han tenido en los contextos económicos, políticos y sociales de los países de la región. Resultados alarmantes expresados en el deterioro de las condiciones de vida de la población; una deuda externa galopante que limita el crecimiento y el desarrollo humano; debilitamiento del Estado nación; reformas institucionales inconclusas;... |