La implementación de una economía alternativa no puede verdaderamente realizarse sin contar con una nueva arquitectura financiera nacional e internacional. Esta última representa un desafío muy grande pero ya están en marcha algunas iniciativas. Sin embargo, en el ámbito interno, una reingeniería del sistema financiero público y privado permanece en el limbo, con lo cual, una estructura que socialice los servicios financieros y asigne equitativa y eficientemente los recursos a quienes realmente los van utilizar para la reactivación productiva y la generación de empleos dignos, sigue siendo una ilusión; al igual que una corporación financiera para el campo y los pequeños productores. El manejo monopólico y especulador del dinero sigue en pie, no hay... |