Las pruebas de no-inferioridad para comparar proporciones son frecuentemente empleadas en los ensayos clínicos con el objeto de verificar si hay evidencia muestral de que un tratamiento nuevo no es significativamente inferior en eficacia al tratamiento estándar, donde el tratamiento nuevo presenta algunas ventajas sobre el tratamiento estándar como por ejemplo: tener menos efectos secundarios, ser más barato o ser más fácil de aplicar. Un buen número de pruebas de no-inferioridad se han reportado en la literatura. Desafortunadamente, las comparaciones de las pruebas de no inferioridad reportadas hasta ahora son insatisfactorias pues se han realizado utilizando simulaciones o aproximaciones gruesas. Utilizando el concepto de “potencia media”, Martín-Andrés... |