La situación fiscal mexicana plantea la necesidad de generar recursos públicos de forma sostenible a fin de suplir las demandas sociales que han sido profundizadas con la crisis económica. Las propuestas apuestan por reducir la dependencia de los ingresos provenientes del petróleo y en su lugar, han apostado por la generación de ingresos tributarios. En este contexto, resulta de particular relevancia preguntarse sobre quién recaería el peso de eventuales reformas impositivas, partiendo del reconocimiento de la no neutralidad de las políticas en términos económicos como de género. El estudio se centra en la política de imposición indirecta, en específico en el impuesto al valor agregado por ser la segunda fuente de ingresos tributarios. |