El inicio y establecimiento de la gestación en los mamíferos dependen de la adaptación del sistema inmunológico de la madre para tolerar un feto semi-alogénico. La gestación en sí misma constituye un acontecimiento de equilibrio inmunológico, ya que mientras el sistema inmune mantiene la competencia para la defensa contra antígenos foráneos, mecanismos de tolerancia local y periférica previenen una respuesta inapropiada contra alo-antígenos fetales de origen paterno lo que pudiera provocar el rechazo del feto. La interacción materno-fetal es extremadamente compleja y es difícil determinar todos los componentes del sistema inmune involucrados. Hasta ahora se ha demostrado la participación activa de las células T y sus productos, las citoquinas y también se... |